El cortometraje documental “Aconcagua en femenino”, dirigido por la aragonesa Astrid García Graells, con la historia de diez mujeres de 50 a 74 años que hacen una expedición al Aconcagua para difundir el mensaje de que las montañas no conocen límites de edad ni género, se presentó, fuera de concurso, en la 18ª Edición de Ecozine Film Festival.
Cuatro de ellas pisaron los 6960 metros del techo de América, aunque todas alcanzaron “su cumbre”, porque la experiencia, el éxito y la historia ha sido de todas.
La directora manifestó que su experiencia en este festival ha sido extraordinaria, “es un lujo el poder estar aquí, lo admiro desde hace muchos años y es importante que se dé una visión integradora de la mujer en el medio ambiente” y agregó que “nuestro documental es bastante amateur, está fuera de concurso pero hemos tenido una experiencia extraordinaria conociendo cómo se cuida y cómo se mantiene el Parque Provincial de La Aconcagua, en Argentina, ha sido todo un reto físico y mental para un conjunto de mujeres que hacemos las cosas por amor a la montaña y a la naturaleza”.
Preservación del Aconcagua continúa firme
Hizo hincapié en esa preservación del Parque Provincial de La Aconcagua, y de todas las personas implicadas en su cuidado, quienes verdaderamente están muy dedicados a que esa área protegida en los Andes argentinos, en la frontera con Chile, que acoge al monte que lleva ese nombre y que es uno de los más altos de Sudamérica, se cuide de la mejor manera posible.
Tras la experiencia, García Graells ha hecho hincapié en que “las mujeres somos poderosas, tenemos que perseguir nuestros sueños y si los sueños están en la naturaleza, tenemos que salir a ella, porque precisamente ahí es donde encontramos nuestra armonía” y ha añadido que la visión en femenino de la vida, lamentablemente no está patente, principalmente en el audiovisual y en la actividad deportiva.
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Sobre la experiencia de hacer una expedición al Aconcagua, confesó que “en principio era una actividad un poco loca para nosotras, porque somos habituales en la montaña, pero no somos andinistas, no habíamos subido nunca, jamás a una altitud así, por lo que fue un reto tremendo”, aunque más aún para ella que quería rodar esos momentos y que se pudiera compartir la actividad.
Inspiración que impulsa nuevos proyectos
Tras ese logro, ya está pensando en un nuevo proyecto, pero hay que conseguir el financiamiento, pero lo importante es que “pueda volver a ser también un revulsivo, una inspiración a más gente y yo creo que lo estamos consiguiendo”.
Insistió en que “estamos trabajando mucho en ese aspecto desde el club aragonés Montañeras Adebán, que es un sitio específico para promover el deporte en las mujeres, porque hemos visto que nos sienta muy bien y con esto somos muy felices, pero además, tenemos ocio propio, que no siempre está eso asegurado y queremos que eso continúe siendo una rueda que vaya a más”.
ACOM / Adeña Mac Swiney