Anoche, en el marco del inicio de la tradicional fiesta en honor a San Pedro y San Pablo, en Cacalchén se llevó a cabo una regia vaquería que hizo vibrar a todos los presentes. Cientos de jaraneros se dieron cita para engalanar los festejos patronales, como cada año, en una celebración llena de alegría y color.
Siguiendo las costumbres y tradiciones de la región, la noche del sábado marcó el inicio de la fiesta con una magna vaquería y la coronación de la señorita embajadora, Karla Chalé Xool, quien fue elegida para representar a la comunidad durante estos días festivos.
La alcaldesa, Abigail Pérez Vázquez, fue anfitriona de los jaraneros en su casa, desde donde partieron hacia el centro de la comunidad. En ese lugar, se llevó a cabo la quema de cuervos pirotécnicos con el tradicional torito, un espectáculo lleno de luz y color.
Posteriormente, la celebración se trasladó hacia la iglesia católica, donde las veneradas imágenes de San Pedro y San Pablo fueron llevadas hacia la explanada del palacio municipal, sede del evento.
Las sagradas efigies fueron colocadas en un altar, ya que estas festividades se llevan a cabo en su honor. La embajadora Karla, acompañada de su bastonero y su grupo jaranero, hizo su entrada triunfal seguida de las autoridades municipales encabezadas por la presidenta municipal, Abigail Pérez Vázquez. Regidores y distinguidas personalidades se unieron a la celebración, siendo recibidos con las tradicionales «dianas».
A continuación, se dio paso a la participación de los grupos jaraneros provenientes de las comunidades circunvecinas como Tekantó, Bokobá, Motul, Izamal y Tixkokob, entre otras. La diversidad cultural y el entusiasmo de los asistentes se hicieron evidentes durante toda la noche.
Las autoridades locales llevaron a cabo la coronación e imposición de banda a la embajadora, un momento especial y emotivo para Karla. En sus palabras, expresó sentirse orgullosa y motivada por haber sido elegida para tan importante cargo y aseguró que todos disfrutarían de la fiesta de manera sana y responsable.
El tronar de los voladores, la quema de fuegos artificiales y los Aires del Mayab, entonados por la orquesta jaranera de Juan Torres, hicieron vibrar el recinto ferial.
Los jaraneros, ataviados con sus impecables trajes regionales, continuaron bailando hasta el amanecer, dando inicio a una celebración llena de energía y tradición.