Las extremas temperaturas que caracterizan al estado de Yucatán influyen directamente en el incremento del estrés y malestar de los conductores, lo que se refleja en bocinazos más frecuentes, insultos verbales y hasta en un aumento de accidentes viales. Este fenómeno ha impulsado también un mayor uso del aire acondicionado en los vehículos como medida para mitigar los efectos negativos del calor intenso.

Un reciente estudio sobre los efectos del calor en los habitantes de Yucatán revela que durante los meses de abril y mayo, cuando las temperaturas pueden alcanzar los 42°C (108°F), se observa un notable deterioro en la conducta de los automovilistas.

Calor Yucatán conductores

«El calor altera las emociones y el comportamiento debido a su impacto en la serotonina, el neurotransmisor primario que regula el estado de ánimo, lo que lleva a una disminución de los niveles de felicidad y a un aumento de los niveles de estrés y fatiga», explica el documento.

La investigación destaca que la exposición prolongada a temperaturas elevadas provoca malestar físico inmediato dentro de los vehículos, especialmente aquellos sin aire acondicionado adecuado, lo que genera un círculo vicioso de irritabilidad.

Furia al volante, un problema creciente

El análisis señala que el estrés inducido por el calor puede desencadenar una respuesta de «lucha o huida» en los conductores, inadecuada para situaciones de tráfico, que intensifica incidentes menores hasta convertirlos en episodios de furia al volante.

Un estudio comparativo realizado en España encontró un 7.7% mayor riesgo de accidentes automovilísticos durante las olas de calor en comparación con días cálidos sin calor extremo, situación que podría replicarse en Yucatán dado su clima similar.

El deterioro de las funciones cognitivas provocado por el calor es otro factor determinante. Las altas temperaturas afectan negativamente la concentración, el tiempo de reacción y la capacidad de tomar decisiones racionales, lo que lleva a un aumento de errores y maniobras agresivas.

No solo afecta a conductores

El impacto del calor trasciende a los automovilistas y afecta a toda la población. La investigación destaca que las noches calurosas, comunes en Yucatán, perjudican particularmente la función cognitiva debido a la mala calidad del sueño, resultando en un comportamiento más irracional e impaciente al día siguiente.

«Múltiples fuentes indican que el calor puede provocar irritabilidad, aumentar los síntomas de depresión y ansiedad, e incluso contribuir a un aumento de las tasas de suicidio, la agresión y la incidencia de violencia doméstica», advierte el estudio.