Por: Víctor Hugo Lizama Morales
Así como un automóvil o un aire acondicionado necesitan cambio de filtros para un mejor funcionamiento, el cuerpo humano también requiere de un mantenimiento para procurar que trabaje lo mejor posible.
En la lucha contra diversas enfermedades solemos consumir medicamentos que propiamente nos ayudan, pero que a veces afectan algún otro órgano. Y hablando de filtros, nuestro organismo depende crucialmente de los riñones y el hígado.
Es recomendable ayudar a esos importantes filtros a purificarse y a que elimines tóxicos. El cardo santo o mejor conocido como cardo mariano se ha utilizado durante 2.000 años precisamente para este caso.
Tanto la civilización griega como la romana, lo usaban como tratamiento para las dolencias hepáticas y las mordeduras de serpientes. Durante la Edad Media se recomendaba para tratar las toxinas hepáticas. El cardo mariano se ha venido usando desde hace siglos con fines medicinales.
A pesar de la larga historia de uso del Silybum marianum, no fue hasta 1968 que los investigadores extrajeron la silimarina de las semillas, sugiriendo que podría ser el ingrediente activo de la planta.
La silimarina se usa en afecciones crónicas del hígado y la vesícula biliar; otra sustancia que tiene es la silibinina (o derivados de la misma), que se usa en casos de intoxicación. Varios estudios científicos apuntan que la silimarina tiene propiedades antioxidantes y anti inflamatorias.
Podemos decir que es el mejor protector conocido por su acción sobre cirrosis, hepatitis, hígado graso, envenenamiento hepático.
Excelente colaborador en casos de litiasis (piedras en riñones y vesícula), a la vez que protege también las células de los riñones en caso de insuficiencia renal.
Impide el daño hepático y renal provocado por ciertos medicamentos antivirales, analgésicos, antibióticos y antiinflamatorios. Tratamiento de la hepatitis crónica y la hepatitis aguda.
Tratamiento del hígado graso o esteatosis hepática, por acumulación de triglicéridos y ácidos grasos en el hígado.
Tratamiento para daños hepáticos por consumo excesivo de alcohol, en cirrosis incipientes o moderadas. Puede normalizar los niveles de bilirrubina de los pacientes y restaurar los tejidos dañados.
Producto disponible en Casa14 (calle72 #411-C x 41 y 43 Av. Reforma, Mérida)
Mi correo es: victorhugo.moringa@gmail.com