El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha llevado a cabo un innovador experimento denominado «Lap Time» en el edificio «El Osario» o «Templo del Sacerdote» de Chichén Itzá, con el fin de verificar un nuevo fenómeno de luz que ocurre en esta antigua estructura.

Este hallazgo reafirma la teoría de que los mayas construyeron sus edificios teniendo en cuenta los equinoccios y solsticios.

Dentro del marco del programa gubernamental «Promeza«, que busca rescatar, investigar y restaurar el patrimonio cultural de las comunidades mayas en la era prehispánica, el equipo encargado de este descubrimiento está liderado por el experto fotógrafo Jimmy Montañez Pérez. Montañez Pérez, quien trabajó durante 34 años en la fototeca «Pedro Guerra» de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), es responsable de capturar el fenómeno en imágenes de alta resolución.

Según explicó Montañez Pérez, su trabajo consiste en realizar un Lap Time en el edificio conocido como «El Osario» para comprobar la teoría de que durante el solsticio, la luz cenital pasa por encima del edificio y su rayo penetra verticalmente hasta el fondo del pozo. Esta construcción, alineada con la luz solar del mediodía, confirmaría la precisión del calendario maya para los cultivos, ya que la transición entre los muros del pozo está correlacionada con el periodo de siembra.

«El Osario» es un castillo compuesto por cuatro basamentos, con un orificio de ocho metros de profundidad en su parte superior que conduce a un pasadizo con escaleras, el cual conecta tres bóvedas aún no exploradas. Además, este pasadizo se conecta a un cenote que, hasta ahora, no se sabe si tiene otras conexiones.

«El trabajo fotográfico forma parte de una teoría que está desarrollando el arqueólogo Marco Antonio Santos, director del INAH en Chichén Itzá, para confirmar este fenómeno de luz», señaló Montañez Pérez. Las fotografías se capturan desde el fondo del pozo hacia arriba, con el objetivo de captar la luz cenital que incide en esta importante fecha para los mayas.

Se estima que se realizarán 3.000 sesiones fotográficas, con tres disparos por segundo, utilizando una cámara de alta resolución. «Estamos colaborando con el Programa Promeza del Gobierno Federal en todos estos descubrimientos y experimentos en Chichén Itzá», agregó Montañez Pérez.

Las pruebas realizadas hasta el momento han revelado que, en ciertas horas de la mañana, una pared de luz se ilumina y luego la otra pared opuesta, marcando el paso de la luz. Dado que los equinoccios y solsticios tienen una gran importancia para los mayas, siendo marcadores del calendario agrícola y sagrado, estos descubrimientos refuerzan la relación de esta antigua civilización con la fertilidad de la tierra, la época de lluvias y su concepción del inframundo.

Cabe mencionar que en «El Osario» se descubrieron hace mucho tiempo restos óseos de siete cuerpos, y en su interior aún se encuentran piezas de jadeita y tiestos de barro, que constituyen valiosos tesoros arqueológicos.

El programa «Promeza» del gobierno federal promete seguir presentando nuevos descubrimientos, piezas restauradas y teorías actualizadas sobre la vida de las comunidades mayas en la era prehispánica, con el objetivo de preservar y difundir el legado cultural de esta fascinante civilización.

ACOM