La deuda pública de Yucatán ha experimentado un crecimiento explosivo de 921% en los últimos 18 años, pasando de 608 millones de pesos en 2007 a más de 6,205 millones de pesos al primer trimestre de 2025, según revela un análisis de datos oficiales de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y México, ¿Cómo Vamos?

En términos relativos, la deuda estatal pasó de representar 4.2% de los ingresos totales en 2007 a 17.7% en 2025, ubicando actualmente al estado en semáforo amarillo según los parámetros de evaluación de finanzas públicas.

Mayor deuda con Ivonne Ortega

El análisis de las cifras oficiales muestra que el endeudamiento más acelerado ocurrió durante la administración de Ivonne Ortega Pacheco (PRI, 2007-2012), cuando la deuda registró un incremento del 299%, al pasar de 608 millones a 2,426 millones de pesos.

Particularmente dramático fue el salto entre 2008 y 2009, cuando la deuda creció 182% en un solo año, coincidiendo con la crisis económica global y la inversión en proyectos como el Malecón Internacional de Progreso.

Tomando como referencia los datos del Censo de Población y Vivienda 2020, que registró 2,320,898 habitantes en Yucatán, y considerando una proyección de crecimiento poblacional de 1.2% anual, se estima que la entidad cuenta con aproximadamente 2,417,000 habitantes en 2025.

Esto significa que cada yucateco —incluidos niños y adultos mayores— carga actualmente con una deuda pública estatal de 2,567 pesos, mientras que en 2007 esta cifra era de apenas 290 pesos per cápita.

Deuda creció con Zapata Bello

Durante el gobierno de Rolando Zapata Bello (PRI, 2012-2018), la deuda continuó incrementándose, aunque a un ritmo más moderado, con un aumento acumulado del 82% al pasar de 2,426 millones a 4,417 millones de pesos.

El mayor aumento durante su sexenio se registró en 2017, cuando la deuda saltó 34% respecto al año anterior, coincidiendo con inversiones en el Centro Internacional de Congresos y otros proyectos de desarrollo urbano.

Deuda subió pero se estabilizó con Vila

La administración de Mauricio Vila Dosal (PAN, 2018-2024) inició con un aumento significativo del 26% en 2019, seguido por incrementos adicionales durante la pandemia de COVID-19, llegando a un máximo de 6,043 millones de pesos en 2020 (20.2% de los ingresos totales).

Sin embargo, a partir de 2021 se observó una estabilización e incluso reducciones modestas en términos relativos, reflejando un enfoque en la disciplina fiscal. Durante su sexenio, la deuda aumentó en términos absolutos un 39.8%.

Deuda estable con Díaz Mena

El actual gobernador, Joaquín Díaz Mena (MORENA), ha mantenido relativamente estable la deuda en sus primeros meses de gestión, con un ligero incremento de 6,173 millones a 6,205 millones de pesos (0.5%) entre el primer y tercer trimestre de 2024-2025, y una pequeña reducción en términos relativos a los ingresos, pasando de 17.9% a 17.7%.

A pesar del incremento en términos absolutos, Yucatán ha mantenido históricamente niveles de endeudamiento por debajo del promedio nacional. En 2024, la deuda yucateca representaba 17.9% de sus ingresos totales, frente al 22.3% del promedio nacional, ubicándola entre las entidades con manejo relativamente responsable de sus finanzas públicas, de acuerdo con los parámetros establecidos por México, ¿Cómo Vamos?

Analizando el destino de la deuda, los datos reflejan que los principales aumentos han coincidido con periodos de crisis económicas y la realización de grandes proyectos de infraestructura. Durante el gobierno de Ortega Pacheco, el endeudamiento se vinculó principalmente a la crisis de 2008-2009 y proyectos turísticos; con Zapata Bello se orientó a infraestructura urbana y el Centro de Congresos; mientras que con Vila Dosal se dirigió a enfrentar la pandemia y reactivar la economía.

Según la metodología de semáforos de México, ¿Cómo Vamos?, Yucatán mantuvo un estatus de «semáforo verde» (deuda inferior al 15% de los ingresos) hasta 2016, pasando a «semáforo amarillo» (entre 15% y 25%) a partir de 2017, clasificación que mantiene hasta hoy. Cabe destacar que el estado nunca ha entrado en «semáforo rojo» (superior al 25%), que indicaría niveles de riesgo en el manejo de sus finanzas.

El panorama actual presenta retos importantes para la administración de Díaz Mena, quien deberá mantener la disciplina fiscal para evitar que la deuda siga creciendo, en un contexto de restricciones presupuestarias federales y en medio de compromisos de inversión en programas sociales alineados con las políticas del gobierno federal.

La deuda per cápita de 2,567 pesos representa un compromiso financiero que las siguientes generaciones de yucatecos deberán asumir, aunque sigue siendo notablemente inferior a la de estados más endeudados como Chihuahua, Coahuila o Nuevo León, donde la deuda por habitante supera los 9,000 pesos, según datos de la SHCP analizados para este reporte.

ACOM