Sisal, comisaría de Hunucmá, enfrenta una crisis ambiental debido al relleno ilegal de terrenos invadidos en la ciénega con cientos de bolsas negras de basura. Esta práctica destructiva, liderada por personajes como Jorge Burgos (alias «el Mulato»), Alejandro Esquivel (alias «el Caprice») y Juan Diego Esquivel Cobos (alias «Much»), busca ganar espacio en zonas protegidas pertenecientes a la Reserva del Palmar y la Reserva de Ciénegas de Manglares de la Costa Norte, según denunciaron pobladores.

Al menos 12 terrenos están siendo rellenados ilegalmente, afectando no solo a los manglares previamente talados sino también a las dunas costeras, áreas indispensables para la protección contra fenómenos meteorológicos y hábitat de especies como la tortuga carey. Lo más preocupante es que este patrón de destrucción no es nuevo, pues hace aproximadamente 12 años ya se invadieron 122 terrenos que posteriormente fueron vendidos a foráneos, evidenciando que esta actividad no responde a necesidades habitacionales genuinas sino a intereses económicos.

Sisal, declarado Pueblo Mágico en diciembre de 2020, ha experimentado un aumento en la presión inmobiliaria y turística que ha acelerado la degradación ambiental. De acuerdo con información documentada, entre 1996 y 2020, el humedal de Ciénagas y Manglares de la Costa Norte de Yucatán ha perdido 2,386 kilómetros cuadrados de manglar, y entre 2019 y junio de 2024 se registraron 1,547 alertas de perturbación de manglares. Esta situación representa una pérdida irreparable para un ecosistema que actúa como barrera natural contra la erosión y huracanes.

Devastación ambiental en Sisal: rellena ciénega con bolsas de basura

Clausura, bloqueos y tensión ambiental

El conflicto por estos terrenos llegó a su punto más crítico el 11 de marzo de 2025, cuando un operativo de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), con apoyo de la Guardia Nacional, la Secretaría de Marina, el Ejército Mexicano, la Fiscalía General de la República y la Secretaría de Seguridad Pública de Yucatán, clausuró terrenos por la tala ilegal de 23 mil metros cuadrados de manglar. Los pobladores respondieron bloqueando los accesos al puerto y enfrentándose a las autoridades.

El enfrentamiento entre habitantes de Sisal y las fuerzas de seguridad dejó como saldo 20 detenidos, entre ellos varios de los principales instigadores de la invasión de terrenos, quienes utilizaron motosierras, trascabos y volquetes para «limpiar» las áreas protegidas. Este hecho mostró una cara negativa entre el desarrollo inmobiliario descontrolado y la protección del patrimonio natural de la región.

La titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Alicia Bárcena Ibarra, cuando visitó Yucatán recientemente, confirmó que la Fiscalía General de la República está realizando una investigación profunda sobre la destrucción del manglar, calificándolo como un delito federal grave que tendrá consecuencias legales. Las autoridades han iniciado programas de reforestación, pero el daño a estos ecosistemas es en muchos casos irreversible.

Dos días después del enfrentamiento, se inició un diálogo entre representantes de los habitantes de Sisal, la alcaldesa de Hunucmá, Cristina Pérez Bojórquez, y autoridades de Semarnat en la ciudad de Mérida, buscando alternativas que beneficien a todas las partes y eviten nuevas confrontaciones. Sin embargo, los resultados de estas conversaciones han sido limitados, pues mientras los invasores buscan terrenos costeros, las autoridades intentan reubicarlos en zonas alejadas del mar.

Y ahora, surge nuevamente el problema del hallazgo de cientos de bolsas negras que estarían sirviendo de base para los rellenos de los próximos días.

ACOM