PLANTACCIÓN
Por: Víctor Hugo Lizama Morales
AJO CHINO
Es normal que, en las fiestas, a pesar de las restricciones, la gente se reúna con sus seres queridos y departa platillos altos en azúcar, sal y grasas. Consecuentemente subimos de peso, aumenta el ácido úrico, el colesterol, los triglicéridos y el azúcar. También es época de frentes fríos y los catarros aparecen, cosa que en esta grave situación de pandemia debemos de evitar. Los buenos doctores siempre opinan que es mejor prevenir enfermedades que curarlas, así que por esto nos referimos hoy al buen ajo chino.
Al igual que al resto de las variedades de ajo, al ajo chino se le atribuyen excelentes beneficios para la salud, que van desde el fortalecimiento del sistema inmunológico y la desintoxicación del cuerpo, hasta la prevención de enfermedades cardiovasculares y el cáncer, con la gran diferencia que el ajo chino no nos deja mal aliento ni transpiramos con olor desagradable.
Puede prevenir la formación de células cancerígenas en el estómago, el colon, el esófago, el páncreas y las mamas. Fortalece el sistema inmunológico, gracias a su aporte de nutrientes esenciales y compuestos antioxidantes, el ajo puede estimular el buen funcionamiento de nuestras defensas. Elimina microbios y parásitos, lo que nos ayuda a prevenir infecciones comunes y eliminar un mayor número de toxinas. Excelente aliado contra los resfriados, la gripe y las infecciones fúngicas.
Posee propiedades para reducir los niveles de colesterol y los triglicéridos, regular los niveles de presión arterial, combatir el estrés oxidativo en el cuerpo y prevenir la formación de coágulos sanguíneos, su consumo regular puede ser beneficioso para proteger la salud cardiovascular.
El contenido de calcio y compuestos bioactivos en el ajo ayudan a fortalecer los huesos.
Es una forma poderosa y natural para ayudar a combatir las varices. Auxiliar en casos de fatiga, agotamiento, dolores de cabeza e insomnio.
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