Cansados de los constantes robos, habitantes de Dzoyolá desalojaron a dos personas que habían invadido una casa en la zona y estuvieron a punto de lincharlos.

Días antes, a uno de ellos se le sorprendió con ropa de mujeres y niñas, lo que encendió las alarmas de los vecinos de la comisaría de Kanasín.

También se les acusa de merodear, por las noches, las casas de la localidad y armar disturbios portando machetes.

En videos compartidos en redes sociales, se observa que los vecinos inconformes amarraron e interrogaron a los sospechosos.

A pesar de llamar a las autoridades a través del número de emergencias 911, no arribaron patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública.

Dzoyolá también optó por hacer justicia

Por tanto, los lugareños decidieron resolver la situación y hacer justicia de propia mano para darles un escarmiento.

Sin embargo, imperó la prudencia y los dejaron ir no sin antes advertirles que no los querían ver por ahí cometiendo fechorías.

Los hechos en Dzoyolá se registraron simultáneamente mientras en el municipio sureño de Tekit el linchamiento se salió de control ya que un feminicida murió quemado en el centro de la población.

En Yucatán, empiezan a ser frecuentes los casos en donde personas afectadas optan por actuar por cuenta propia.

En el fraccionamiento Vergel y el puerto de Progreso se registraron retenciones de ladrones o personas conflictivas, pero ninguno escaló al grado de violencia como en Tekit.

ACOM