Yucatán guarda historias increíbles e inimaginables; una de ellas se cuenta en Chacsinkín, donde descubrieron una cruz de madera que camina por sí sola, lo que los habitantes y testigos han declarado como «un milagro».
Todo comenzó una mañana, hace 30 años, cuando una de las hijas de la familia Yah Cab, que en ese entonces tenía 9 años, entró a su casa y vio que el altar de su hogar estaba vacío.
Al mirar al suelo, encontró la cruz tirada en el suelo, como si alguien la hubiera arrojado. Con el paso de los días, este evento se repitió, pero esta vez pudo observar cómo este símbolo «caminaba» por sí solo.
Según cuenta la gente de este municipio, más personas se enteraron y no dudaron en ser testigos de este enigma milagroso.
Por lo tanto, al pasar los días, atiborraron el lugar y comprobaron con sus manos y ojos este peculiar suceso.
Con el paso de los años, este lugar se convirtió en un santuario al que asisten visitantes para orar por sus familiares enfermos y hacer donaciones.
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También para sostener la cruz de madera y dejarse guiar por el movimiento de la misma. Sin embargo, esto solamente sucede si quien lo intenta realmente tiene fe.
Actualmente, Aisela Yah Cab es la guardiana del lugar que resguarda la cruz; espacio al que puedes acceder gratuitamente.
Incluso, ahí mismo puedes comprar veladoras para ofrecer a la cruz y hacer peticiones especiales.
ACOM
