Por Sergio Grosjean Abimerhi

Como una mecha que se dirige al polvorín resulta la iniciativa del Gobierno del Estado al decretar en Yucatán ley seca desde el día 10 de abril hasta el último día del mes. Considero que el argumento responde a una equivocada lógica, que aplicar esta controversial medida evitará violencia Intrafamiliar y afectación económica de la misma.

Creo que la ocurrencia fue decretada con la mejor de las intenciones, pero considero que puede ser desproporcionada, contraproducente e incluso absurda.  No estoy en contra de la ley seca por la violencia que esta pudiese generar en algunos casos o porque desee que la gente ande alcoholizada, pero considero que no debemos aplicar la máxima “por pecadores pagan justos” ya que esa es la lectura o mensaje que se envía. Existe muchísima más gente que bebe de manera moderada que con irresponsabilidad.

Desde mi particular óptica no creo que sea benéfica la medida porque si de algo estoy seguro es que la enorme mayoría de la gente se previno y lo vimos ayer con las grandes filas en los supermercados o tiendas de conveniencia, y en caso contrario, la gente que no lo hizo por una u otra razón simplemente la conseguirá “a como dé lugar”. Se sabe que la prohibición aumenta el contrabando, clandestinaje y los precios; por consiguiente, daña de una u otra forma la economía familiar y de paso privará de captación de recursos para el estado. Además, el gobierno contraerá una buena tarea ya que los oficiales policiacos tendrán que reprimir el clandestinaje y descuidarán otras áreas vitales.

Importante considerar que vivimos en un área geográfica en la que el calor es dominante (recordemos que hoy 10/04/2020 estuvimos alrededor de 42 grados) y la cerveza ha sido históricamente (al menos en Yucatán) una forma de apaciguar las altas temperaturas.

Un dato interesante que creo no se contempló al decretar esta medida, es el alcoholismo y el síndrome de abstinencia, ya que este puede tornarse peligroso e incluso poner en riesgo la vida de las personas que están acostumbradas a beber, ya que diversos estudios sostienen que el síndrome de abstinencia a la adicción al alcohol es de los más peligrosos entre todas las substancias a las que se puede hacer uno dependiente y sus efectos han provocado muertes que parecen aumentar con los años.

Algunos de los efectos que puede causar el síndrome de abstinencia son: pulso acelerado, convulsiones, hipertensión arterial, problemas para pensar, alucinar, delirar (maniaca o histéricamente), problemas para respirar y llegar incluso a ataques cardíacos o apoplejía.

Pero a esta situación hay que agregarle el aislamiento y por consiguiente la problemática se agudiza, ya que la falta del alcohol y la costumbre de las personas que al consumirlo se relajan en compañía de sus familias, y por obviedad, la ausencia de ello, los pondrá más irritable y la situación en casa se pondrá más tensa. Creo que se está satanizando a las bebidas alcohólicas, ya que estas en dosis moderadas poseen propiedades benéficas para el organismo, por ejemplo, la cerveza, es rica en agua, sales minerales, fósforo, magnesio y coadyuva para generar colesterol bueno y transporta el colesterol malo al hígado para ser expulsado, y así podríamos hablar de cada una de las bebidas sin que el tiempo se nos agote, y como el tiempo es lo que le sobra ahora a muchos incluyendo políticos les sugiero leer diversos estudios que se encuentran en línea y demuestran que varios tipos de alcohol etílico en dosis moderadas son benéficos para la salud, y de hecho, mucha gente está acostumbrada a beber una o dos bebidas alcohólicas en las noches para relajarse antes de dormir deberán tomar ahora ansiolíticos para lograr conciliar el sueño.

¿Y usted qué opina?