Kinchil, Yucatán; 8 de diciembre de 2020 (ACOM).- Un brutal choque entre dos tractocamiones de Kekén en la carretera federal Kinchil-Celestún, dejó como saldo cuantiosos daños materiales; y lo increíble fue que no hubo ni un guiador lesionado, pese a que el frente de una mole de acero quedó hecha trizas y la otra volcada.

El tramo de la mala suerte fue de nueva cuenta escenario de un espectacular encontronazo al filo de la medianoche de este martes.

El protagonista del impacto fue Rafael de la Cruz H.K., de 29 años y oriundo de Conkal, quien orilló de más cuando transitaba de poniente a oriente en su tolva sin carga y, al tratar de regresar de regresar a su carril invadió el carril opuesto.

Para su mala suerte, en dirección contraria circulaba Héctor Misael P.K., de 31, originario de la comisaría umanense de Hunxectamán, quien llevaba comida para marranos. De puro milagro el chofer alcanzó a maniobrar y evitar una tragedia mayor, aunque volcó sobre su lado derecho y regó más de 30 toneladas de carga.

A la altura del kilómetro 54 arribaron varias patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y uniformados de la Policía Municipal de Kinchil. También hicieron su aparición elementos de bomberos de la 793 de la dependencia estatal para desactivar la batería de la tolva que quedó con la nariz hecho papilla.

Los operadores estaban que no se la creían por lo aparatoso del accidente, y sobre todo con el que chocó se trataba de un compañero de trabajo. Por último la mañana de este martes, concluyeron las labores del siniestro en presencia de la Guardia Nacional.