Un año más, el municipio de Acanceh se convirtió en la pequeña Iztapalapa yucateca para celebrar el tradicional viacrucis viviente, una representación del sacrificio de Cristo que atrae a miles de personas de todo el país e incluso del extranjero.

Viacrucis Acanceh

Bajo un sol intenso, más de 100 actores dieron vida a los diversos personajes de la Pasión de Cristo. Carlos Rivero, el Jesús de Acanceh, recorrió las calles del municipio cargando la cruz, acompañado por el silencio y la emoción de los presentes.

Viacrucis Acanceh Los juicios ante Poncio Pilato y Herodes, la flagelación, el camino al Calvario y la crucifixión fueron algunos de los momentos más emotivos del viacrucis. La joven Amayrani Blanco, quien interpretó a María, la madre de Jesús, conmovió al público con su llanto y dolor.

Viacrucis Acanceh

La experiencia de ser Cristo por primera vez marcó a Carlos Rivero, quien soportó los latigazos y el peso de la cruz bajo el intenso calor.

Viacrucis Acanceh

El viacrucis viviente de Acanceh es una tradición que se lleva a cabo desde hace más de 30 años y que año con año se consolida como una de las expresiones más significativas de la Semana Santa en Yucatán.

El grupo Renacimiento, responsable de la representación, tiene como objetivo evangelizar a través de esta experiencia.

Además de la representación, el viacrucis viviente de Acanceh se caracteriza por su ambiente de recogimiento y fervor religioso. Los asistentes participan activamente en la procesión, cantando y orando.

Esta tradición es una muestra de la religiosidad del pueblo yucateco y una oportunidad para reflexionar sobre el significado de la Semana Santa.