El consorcio Azvindi Ferroviario S.A. de C.V., responsable de la construcción y mantenimiento del Tramo 3 del Tren Maya por 10,192 millones de pesos, acumula dos descarrilamientos en la misma infraestructura en menos de 18 meses: el primero en Tixkokob el 25 de marzo de 2024 y el más reciente este lunes en Izamal.

La empresa hispano-mexicana, cuyo socio español AZVI enfrenta investigaciones por corrupción en Europa, mantiene el contrato de mantenimiento de los 172 kilómetros entre Calkiní, Campeche, e Izamal, Yucatán, hasta 2025.

¿Qué empresa construyó el tramo del descarrilamiento?

Azvindi Ferroviario está conformado por tres empresas que se adjudicaron en mayo de 2020 uno de los contratos más lucrativos del megaproyecto tras vencer a 15 consorcios competidores.

La alianza incluye a Construcciones Urales (filial mexicana del Grupo Azvi español), GAMI Ingeniería e Instalaciones dirigida por Manuel G. Muñozcano Castro, y la constructora española AZVI como socio tecnológico principal.

El mismo tramo bajo la lupa

Los dos incidentes ferroviarios han ocurrido en infraestructura bajo responsabilidad directa del consorcio.

La investigación oficial del descarrilamiento de Tixkokob, el del año pasado, concluyó que ocurrió por “falta de tornillos de fijación en la vía” y operación manual de sistemas que debían estar automatizados, evidenciando deficiencias en el mantenimiento que Azvindi debe garantizar por contrato.

La participación española en el proyecto cobra relevancia por el “Caso Koldo”, escándalo de corrupción que involucra a AZVI en investigaciones judiciales por presuntas prácticas irregulares en contratos públicos. La constructora había contratado a Koldo García, ex asesor del exministro José Luis Ábalos, quien se encuentra en el centro de las investigaciones por contratos millonarios con el sector público español.

Un mes antes del primer descarrilamiento, la Auditoría Superior de la Federación había advertido sobre deficiencias en las especificaciones técnicas del Tramo 3.

Activistas han documentado “durmientes cuarteados y rieles oxidados” en diferentes secciones, así como problemas en el sistema de balasto en zonas con hundimientos del terreno.

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El Tramo 3 es estratégico para el sistema ferroviario al conectar Mérida con destinos turísticos como Izamal.

Su construcción incluyó 238 kilómetros de vía férrea, seis estaciones, 25,000 toneladas de riel y 950,000 toneladas de balasto, además de una fábrica de durmientes instalada por Construcciones Urales con capacidad de 1,600 piezas diarias.

ACOM