Ladrones irrumpieron en una mueblería y un bar, ambos negocios ubicados a media cuadra de la Comandancia Municipal. Se burlaron de la policía de Kinchil.
El encargado del negocio de electrodomésticos «Angerly» descubrió el robo al abrir el local. Se llevaron siete teléfonos celulares y una laptop con información de inventario y clientes.
En el «Bar 7 Copas», los ladrones forzaron una ventana para entrar. Sustrajeron una cantidad considerable de monedas de la rockola.
Ante ello, un vecino expresó su molestia por la falta de vigilancia. Comentó que los policías municipales se enfocan en verificar el cierre de cantinas y agencias de cerveza en lugar de patrullar de madrugada.
Un día antes del robo, una vecina vio a un hombre desconocido merodeando un terreno cerca del centro. No alertó a la policía porque no tenía su teléfono a la mano.
Policía de Kinchil se sale por la tangente
Horas después del atraco, los agentes municipales llegaron al lugar para tomar conocimiento del hecho. Explicaron a un afectado que no podían hacer mucho, ya que se requiere flagrancia para detener a los responsables.
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Los vecinos exigen mayor seguridad y rondines efectivos. Buscan evitar que la delincuencia siga afectando a los comercios de Kinchil.
La ola de robos se creía superada en la localidad y el temor es que se reanuden.
ACOM