Dzityá, Yucatán; 30 de abril de 2019 (ACOM).- El señor José Nazario Pool Pech vecino de la comisaría meridana de Dzityá, lamentó que las autoridades hayan clausurado un taller de tallado de piedra que se encuentra contiguo al predio de su hija, en la calle 15 por 26, y que se veía afectado por el polvo que generaban los trabajadores, aunque afirmó que el problema ya era insostenible.
Entrevistado sobre este asunto, José Nazario precisó que por varios años el taller le causó molestias a su hija, debido a que los trabajos que ahí se hacían generaba una intensa polvareda que cubría la vivienda y el terreno en general.
«Cuando venía temprano veía la nube que venía. Inclusive lo grabé con mi teléfono. Todo el polvo viene por acá y nos afecta.Todas las latas llenas de polvo. Aunque yo le eche agua ni por más», dijo.
El entrevistado precisó que dicho taller permanecía abierto de siete de la mañana a seis de la tarde, tiempo en que los talladores trabajaban con la piedra, generando una capa de polvo que llegaba a la casa.
Dijo que en varias ocasiones habló con el dueño para que se hallara una solución al problema, aunque este siempre hizo caso omiso.
«Cuando empezó, se le dijo que haga su muro como es empresa lo deben hacer pero no hicieron caso y se lo volví a decir y me dijo ‘ay vienen unos albañiles y lo van a hacer’ y hasta la fecha no lo hicieron», externó.
El 23 de abril pasado, la Comuna de Mérida, a través de la Dirección de Desarrollo Urbano, decidió clausurar dicho taller y otros dos de la comisaría de Dzityá, luego de que determinara que estos infringieron la Ley de Asentamientos Humanos del Estado de Yucatán y el Reglamento de Construcción del Municipio, algo que generó molestias a los trabajadores de la piedra, quienes se manifestaron ayer en contra de esta decisión.
Incluso, estos aseguraron que «vecinos adinerados» fueron quienes se quejaron por este asunto.
Sin embargo, José Pool, dijo que no es la primera vez que la autoridad municipal toma cartas en el asunto por el problema del polvo, pues mencionó que hace aproximadamente dos años, el mismo taller que está junto a su vivienda fue clausurado, aunque solo fue por unos días.
De hecho, comentó que otro vecino le ofreció al dueño del taller cambiarle el terreno que ocupa por otro que se encontraba más lejos y que le pertenece, aunque este declinó.
Por ahora, los talleres siguen clausurados a la espera de que los dueños hagan lo propio para reabrirlos, si las autoridades lo determinan.