Mérida, Yucatán, 26 de noviembre de 2020 (ACOM).- Yucatán postulará a Sisal y Maní como Pueblos Mágicos de México, anunció la Secretaría de Fomento Turístico, Michelle Fridman.

Cabe destacar que, hasta ahora, se cuenta sólo con dos nombramientos de este tipo: Izamal desde 2002 y Valladolid desde 2012, por lo que hace varios años que el estado no había participado en dicho esquema, tomando en cuenta el enorme potencial que existe en nuestro territorio.

Pueblos Mágicos de México es una estrategia exitosa que ha permitido a 121 destinos en todo el país trabajar en su promoción y desarrollo, aprovechando su gran potencial turístico, historia, cultura, productos y atractivos.

Para alcanzar este reconocimiento es necesario cubrir un gran número de requisitos y realizar diferentes procesos ante la Secretaría de Turismo federal (Sectur) por lo que la Sefotur, desde hace varios meses, se dio a la tarea de desarrollar diversos expedientes y, en breve, se sabrá si serán acreedores al nombramiento como Pueblos Mágicos.

Michelle Fridman hizo referencia a la relación que existe con la sostenibilidad, pues esta tiene que ver con inclusión y descentralización y “el hecho de que nosotros llevemos nombramientos a localidades fuera de las grandes concentraciones turísticas, nos permite el desarrollo de nuevos productos y llevar beneficios a otras localidades”.

Por lo anterior, en una alianza interinstitucional con la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS), se desarrolló el Programa de Certificación de Cenotes Turísticos, como una práctica sustentable en lo medioambiental e inclusión de comunidades, siendo ésta, la primera vez que el estado realizará este control y acreditación de estos cuerpos de agua, a través de una serie de diagnósticos de campo para analizar la infraestructura, capacitación y acciones de promoción, así como el estudio puntual de su impacto social y al medio ambiente.

Hasta ahora, se tiene una lista de 113 cenotes con vocación ubicados en las seis regiones turísticas del estado, con los que ya se comenzó la primera etapa de diagnóstico, en la que se analizarán muestras y se realizarán observaciones sobre las adecuaciones necesarias para pasar a una segunda etapa, en la que se verificará el cumplimiento de las recomendaciones anteriores y se levantará un informe para que, al final, se entregue el certificado.