Mérida, Yucatán; 8 de agosto de 2021.-El director de la Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Yucatán (Japay), Sergio Chan Lugo, llamó a la población a cuidar el manto acuífero que tenemos en Yucatán porque cada vez es alto el nivel de contaminación.
Dijo que las lluvias son la fuente principal de recarga del manto acuífero y en promedio por año es de mil milímetros, mientras que el volumen de agua que consumimos es del 15 por ciento sobre todo esta disponibilidad y de ella, más del 70 por ciento es para uso agrícola y la parte restante para uso domiciliario.
“Hay disponibilidad pero el agua no es eterna”, subrayó.
Expuso que el grado de contaminación del manto freático se percibe en los cenotes. En muchas ocasiones los grupos de buceo limpian estos sitios y en pocas semanas están nuevamente contaminadas con basura. “Es una tragedia de que ensucien los cenotes. Es un asunto cultural. Muchos creen que el agua será eterna en las condiciones en las que las tenemos, pero no”.
A pesar de esto, dijo que la calidad de agua para consumo es alta, se atiende a 375 mil usuarios con líquido que proviene de depósitos o pozos profundos, vigilados y verificados, pues no es lo mismo el agua que se obtiene a ocho metros de la superficie que sacarlo a la profundidad en que se ubican los pozos de la Japay, basada en la Norma 127 de la salud.
“Estamos trabajando para que los ciudadanos tengan un mejor servicio”. Recordó que la estrategia de la Japay se basa en la modernización de los equipos electromecánicos, en la recuperación de caudales, que consiste en la reparación de fugas (72 en promedio por día) y en la aplicación de tecnologías. Dijo que una de ellas es la telemetría en que operan tres de las 4 plantas y 12 cárcamos.
Además, reciente se construyeron tres cárcamos, uno en Pacabtún, otro en Polígono 108 y el tercero en la Nueva Mulsay, que son obras grandes y que atienden las necesidades de redensificación de la ciudad pues ésta crece hacia el interior y fuera del periférico.
Informó que el consumo per cápita actualmente es entre 150 a 200 litros diarios de agua en la zona metropolitana de Mérida, por encima de lo que se dispone en otras partes del país, donde hay poblaciones de menos de 150.