El cineasta guatemalteco César Díaz compite por el Colón de Oro de la 50ª edición del Festival de Huelva de Cine Iberoamericano con la película “México 86” (2024), una coproducción entre Francia, Bélgica y México recientemente estrenada en el Festival de Cine de Locarno. Asimismo, Díaz fue el ganador con su primera película, “Nuestras madres”, de la Cámara de Oro del Festival de Cannes.

En esta película, la actriz franco-argentina Bérénice Bejo, protagonista de la oscarizada “The Artist”, interpreta a una activista guatemalteca que huye a México tras luchar contra la corrupta dictadura militar de su país, obligándola a elegir entre la maternidad y su causa.

El actor mexicano Leonardo Ortizgris presentó la película en Huelva y aseguró que su estreno en España fue muy emocionante, con una recepción muy empática y agradecida. “Cuando como actor logras abrir esas ventanas todo cobra sentido. Lograr que la gente se pueda conmover con esta historia es un gran regalo”, dijo y confesó que uno de los mayores intereses de la película es que “nos ayuda a descubrir la propia historia de Guatemala, muchas veces desconocida y olvidada, la de un país que tuvo una dictadura de las más agresivas y violentas de Hispanoamérica”.

El cine de autor, un regalo

El mexicano afirmó que siempre es un regalo que cuenten con uno para contar una historia, pero al leer los guiones se inclina por la libertad creativa que va a tener el director al contar eso, como ha sucedido con esta película. “Cuando hay un cine comercial tan potente, cuando es mucha industria, de pronto como creador tienes muchos obstáculos para contar la historia desde la víscera, para mí siempre es un regalo que me inviten a hacer cine de autor, porque conecto, porque el interés de hacer esas historias es muy distinto al de hacer un cine comercial”, señaló.

En el cine comercial, prosiguió, el objetivo, la mayoría de las veces es entretener, aunque hay películas en este sector que se salvan, “y también abre puertas, abre ventanas, es una vitrina donde te conocen y a partir de eso te invitan a otros proyectos, pero también hay que reconocer que el cine comercial paga mejor que el de autor”.

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Sin embargo, resaltó que hay temas que no puede pasar por alto solo por el hecho de contar una historia. “Creo que como actores tenemos una responsabilidad social, ya que las historias que contamos influyen en el imaginario de quienes nos ven y como intérpretes tenemos que tener mucho cuidado de cómo contamos las historias y qué decimos al contarlas”, sostuvo.

«México 86»: dilemas maternales y revolución

Sobre “México 86”, Ortizgriz detalló que la película “aborda los orígenes del guerra civil guatemalteca, centrado en el gran dilema como mujer de la protagonista, que debe decidir si proteger a su hijo o proteger a la revolución en la que lucha” y explicó que la historia se cuenta desde el punto de vista de la protagonista, y el personaje que él interpreta “se convierte en el compañero de la revolucionaria y acaba como cuidador del niño también, por lo que solo se explica porque está el pequeño”.

Leonardo Ortizgris, quien radica ahora en España, consideró que el filme invita también a reflexionar sobre la conciliación: “¿se puede ser madre y activista revolucionaria? Si lo hace un hombre no hay problema, pero cuando lo hace una mujer… Hay grandes momentos en la historia en los que la mujer ha estado ahí en vanguardia”.

ACOM / Adela Mac Swiney