El presidente de la agrupación «Va por la tierra», Salvador Castell-González, consideró que emplear esta estrategia resulta un riesgo para el ambiente por lo que adelantó que se propuso una estrategia para una mejor gestión de la basura en Mérida, con el fin de generar una política diferente al almacenamiento que resulta altamente dañina para el ambiente.
«No recomendamos los rellenos sanitarios. Tienen mucho que no, ni siquiera sé como pudieron hacer el proceso porque la NOM 001 declara como altamente vulnerable el terreno kárstico, por lo cual no se podría poner un relleno sanitario que es un riesgo de vertido al acuífero y filtraciones al acuífero y la contaminación», explicó.
Como parte de su aportación a la estrategia de limpieza que se implementó en la urbe, consideró que reducir la generación de basura, evitando que los residuos se conviertan en esta, permitirá aprovechar aquellos que se puedan reutilizar de las cerca de mil toneladas que se generan en Mérida.
Asimismo, apostó porque la materia orgánica pueda ser aprovechada para generar compostaje y no para enviarla a un sitio de disposición final.
Recompensas para fomentar cultura ambiental
Consideró necesario establecer un programa de recompensas para los vecinos que planten árboles, que separen su basura o recolecten residuos que se puedan reutilizar, con el fin de impulsar esta cultura.
«Pueden generar un modelo económico a partir de valorizar lo que tienen en su colonia y con eso, lo podemos reinvertir en muchas cosas, en los parques, en escuelas, en calles o luminarias. Estamos proponiendo generar un modelo de economía solidaria sectorial basado en los residuos como uno de los principios pero también en la reducción», apuntó.
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Se remarcó la importancia de apostar por tecnologías para convertir los residuos como plásticos y unicel en otros usos, como sería la construcción, además de impulsar una política de cero residuos que incentive a las empresas locales.
ACOM
