Durante las actividades de Semana Santa en Yucatán, personas privadas de la libertad en el Centro de Reinserción Social de Mérida (CERESO) protagonizaron una emotiva representación del viacrucis.

Internos ataviados con vestimentas alusivas a la época recorrieron los patios y pasillos del penal, recreando los momentos más significativos del camino de Jesucristo hacia la cruz.

La escenificación comenzó puntualmente a las 10 de la mañana. En la primera escena, un grupo de internos representó el juicio sumario a espaldas del auditorio del centro. Alrededor de veinte personas interpretaron al pueblo que clama por la crucifixión, mientras que Emanuel H., un joven de menos de 30 años en proceso de reinserción, asumió el papel de Jesús. Actualmente, Emanuel cumple una sentencia de cinco años.

Cereso Mérida Tras la sentencia simbólica, Emanuel cargó un madero de aproximadamente 95 kilogramos y recorrió el pasillo central del penal. Durante su trayecto, cruzó frente a los módulos donde permanecen personas en proceso legal. A medida que avanzaba, se unieron al recorrido visitantes, integrantes de la pastoral penitenciaria y personal custodio, sumando más de 300 personas.

Un camino de esfuerzo físico y espiritual

El calor intenso y la exigencia del recorrido hicieron evidente el esfuerzo de Emanuel. A pesar del cansancio y el sudor, continuó el trayecto gracias al apoyo de sus compañeros, quienes lo animaron a seguir adelante en cada paso.

Esta representación se ha convertido en una tradición dentro del CERESO durante la Semana Santa. Los internos interesados en participar deben comprometerse con ensayos previos y una preparación espiritual que los conecta con el simbolismo profundo del viacrucis.

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La procesión culminó en la cancha de fútbol del centro, donde los internos escenificaron la crucifixión. En esta parte participaron quienes representaron a María, los ladrones, soldados romanos y seguidores de Cristo. La dirección del penal, encabezada por el profesor Francisco Javier Brito Herrera, supervisó el operativo especial de seguridad que permitió el desarrollo ordenado y respetuoso de la jornada.

Un mensaje de transformación interior

Al mediodía concluyó la actividad, dejando una atmósfera de reflexión entre los asistentes. Para el día siguiente, se programó la misa de Resurrección, que será oficiada por el Obispo Auxiliar Pedro Mena.

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Al terminar la representación, Emanuel compartió unas palabras que conmovieron a los presentes: “Me alejé de Dios, pero estando acá me voy acercando más a Él”, recordó con nostalgia, al mencionar que en su infancia asistía regularmente a misa junto a su familia.