Baca, Yucatán; 7 de abril de 2023 (ACOM).- Las altas temperaturas que se vivieron este Viernes Santo no fueron impedimento para la representación 45º de la pasión y muerte de Cristo.

Cientos de feligreses acudieron al centro de esta localidad para presenciar los escenarios que se instalaron para el juicio de Pilato y Herodes.

Pilato fue el que pidió la libertad de Jesús, ante un pueblo que exigía, la muerte del Nazareno, mientras que Caifás le dijo que si no lo crucificaba se hacía su cómplice.  

Por su parte, Herodes el grande, se cansó de pedirle a Jesús un milagro, le pidió que convierta la piedra en pan, y el agua en vino, gritándole y burlándose de Jesús, por lo que lo regresó a Pilato asegurando que era un farsante.  

Ante esta situación, Pilato mandó a castigar a Jesús con 18 azotes, tras lo cual los soldados romanos le pusieron su corona de espinas y su manto púrpura.  

Mientras se lavaba las manos, Pilato dijo a los judíos: “Tomo al cielo por testigo que soy inocente de la muerte de este justo, Jesús de Nazaret, irás a la cruz”.  

De esta manera, Jesús empezó su recorrido por las principales calles de Baca, cargando una cruz de más de 90 kilogramos.  

Imágenes conmovedoras se apreciaron durante el viacrucis viviente y una de ellas fue en la cuarta estación, donde Jesús se encontró con María, su madre, quien lloraba por su hijo Jesús con tanto dolor y dramatismo que lograron conmover y poner las emociones a flor de piel de los feligreses. 

La Verónica fue la que el rostro de Jesús con un paño, dejando impreso en él, el Santo Rostro de Jesús mientras gritaba: “Es un milagro”. 

Finalmente, el recorrido terminó al llegar al atrio de la iglesia de la Virgen de la Purísima Concepción, donde Cristo fue crucificado a lado de Dimas y Gestas, exclamando: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”.