El futuro del cuerpo del pequeño «Iker», el menor de origen chiapaneco que perdió la vida mientras pedía dinero en las calles de Mérida, se vuelve una incógnita.

A mes y medio de este trágico suceso, la posibilidad de que el cuerpo del menor termine en la fosa común se vuelve más viable, ya que ningún miembro de su familia ha acudido a la Fiscalía General del Estado (FGE) para reclamarlo.

Según activistas por la niñez y presidente de la asociación «Hogares Maná», Víctor Chan Martín, esta es la única vía que la ley contempla para que el pequeño reciba la sepultura que la sociedad considera que se merece.

«Que la familia venga y se le entregue al niño y le puedan dar una cristiana y digna sepultura. Deseamos eso. La responsabilidad está en el gobierno del estado, tiene sus normas, plazos y momentos. Lo que es un hecho, es que no pueden entregarlo a alguien que no sea familiar», reconoció.

Asociaciones piden el cuerpo para sepultarlo

Como se ha informado, «Iker» falleció en junio pasado después de que lo atropellaran en calles de la colonia México en Mérida. Desde entonces, las autoridades mantienen el cuerpo del menor en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo), a la espera de que alguien lo reclame.

Recientemente, asociaciones civiles han estado abogando para que la FGE les entregue el cuerpo para su sepultura, dado el aparente desinterés de su familia por reclamarlo. Esta acción ha recibido el apoyo de la Comisión de Derechos Humanos de Yucatán (Codhey), aunque hasta ahora no se han reportado avances en este sentido.

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En ese tenor, Víctor Chan consideró necesario que las autoridades establezcan contacto con los familiares del pequeño, con el objetivo de que puedan reclamar el cuerpo, pues se reconoció que podría haber temor de estos ante posibles acciones penales en su contra.

«Si es que las autoridades ya tuvieron contacto con la familia, se debería dar todas las facilidades para que esos miedos y esas interrogantes, de parte de la familia no haya, y pueda darse ese proceso como todos queremos. Creo que es parte, incluso, de un ritual cultural de nosotros los mexicanos para cerrar este ciclo», externó.

Las autoridades ministeriales aseguraron estar conscientes de que la sociedad está abogando para que el menor no sea enviado a la fosa común. Se considera que él merece un funeral digno y, sobre todo, se busca garantizar que este trágico hecho no se repita.

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