México ocupa el tercer país en América Latina en cuanto a visitas a ChatGPT, una de las plataformas de inteligencia artificial más populares del mundo, que alcanzó más de 200 millones de usuarios semanales hasta agosto de este año.
Según datos de Bloomberg, México representa el 1.7% del tráfico global de esta herramienta, colocándose en el puesto número 16 a nivel mundial en cuanto a uso. Esta cifra refleja un interés creciente de los mexicanos por el uso de tecnologías avanzadas de IA y su potencial para transformar sectores como el educativo, laboral y empresarial.
Frente a este fenómeno, el Senado de México inició un proceso para “regular” la inteligencia artificial en el país, con el objetivo de hacerla accesible y segura para todos. La Comisión de Inteligencia Artificial del Senado está en una fase de “escucha activa” con empresas tecnológicas, instituciones académicas, y representantes de sectores empresariales, sindicales, bancarios y de salud. La meta es desarrollar una regulación que democratice el acceso a la IA, permitiendo a más mexicanos beneficiarse de esta tecnología sin comprometer su privacidad ni limitar la innovación.
En una reunión reciente con Nicolás Robinson, director de Políticas Públicas para Latinoamérica y el Caribe en OpenAI —la empresa desarrolladora de ChatGPT—, se discutió la importancia de fomentar una “pedagogía digital” en México. La Comisión subrayó la necesidad de socializar las oportunidades que ofrece la inteligencia artificial, ayudando a la población a superar el temor hacia la automatización y el reemplazo de empleos. Además, se enfatizó la urgencia de informar sobre los riesgos de una adopción tardía, para que el país no quede rezagado en el aprovechamiento de estas herramientas.
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Durante el encuentro, también se analizaron los marcos regulatorios de IA en otras naciones de América Latina, que podrían servir como referencia para México en su propia estrategia. La Comisión de Inteligencia Artificial del Senado destacó que la colaboración con el gobierno federal será esencial para tratar la adopción de la IA como una “política de Estado”.
Según el Senado, esto implica establecer lineamientos claros que promuevan un uso responsable de la tecnología, protejan los datos personales y consideren los impactos sociales y económicos que la IA puede tener en la población mexicana y así buscar que la inteligencia artificial sea una herramienta al servicio de todos los mexicanos, promoviendo el desarrollo del país en un entorno digital cada vez más competitivo y en constante evolución.
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