Mérida, Yucatán; 25 de agosto de 2021 (ACOM).- Media docena de padres de familia y sus hijos, originarios de Homún, acudieron a los juzgados federales para entregar cartas y dibujos solicitando la no aprobación judicial para la operación de una empresa porcícola que presuntamente contamina el manto freático de la región.

El grupo de personas se apostó a las puertas de la sede de los Juzgados Federales a manera de protesta, solicitando al juez que lleva la causa y resolución contra la empresa Papo, la negación a la autorización para la operación de esta empresa.

En total seis madres, con sus respectivos hijos, mostraron pancartas y leyendas alusivas al litigio presentado por un grupo de inconformes por la operación de una granja de cerdos instalada en las inmediaciones de Homún, aduciendo que las aguas negras vertidas por la empresa al subsuelo contaminan los cenotes de la población.

La presencia de los denunciantes y seis niños dieron a conocer un comunicado, mismo que se entregó al juez asignado para dirimir esta situación legal entre empresa y grupos de inconformes y cuyo resultado se podrá conocer en los próximos días.

Aseguran que se mantendrán vigilantes del resolutivo que emitirá el juez este jueves 26, fecha programada para el laudo sobre el litigio entre las organizaciones demandantes y la empresa.

La querella judicial que se dirime en el juzgado Segundo de Distrito a cargo del juez Rogelio Leal Mota, decidirá si mantiene o revoca la suspensión de las operaciones de la empresa Producción Alimentaria Porcícola (PAPO), que pertenece al Grupo Porcícola Mexicano (Kekén) y que instaló una granja de producción intensiva de cerdos y que genera unos 49 mil porcinos mensualmente .

La disputa judicial entre las partes se inició en 2016 con la instalación de la granja porcina, misma que está cerrada desde octubre de 2018, debido a la suspensión otorgada por un juez a partir del amparo promovido por seis niños de esa población.

La comunidad de Homún basa su forma de vida en la producción agrícola y turística, con la explotación de los cenotes ubicados en el perímetro municipal donde decenas de familias cobran por accesos y servicios a estas maravillas naturales.