Un intento por eliminar un nido de hormigas en Kinchil terminó en tragedia. Un hombre de 78 años y su hijo de 53 fallecieron tras quedar atrapados en un pozo de cuatro metros de profundidad.

El incidente ocurrió cuando Juan Alberto Ventura, conocido como «Don Asado», vertió gasolina y lanate en el brocal del pozo para erradicar una plaga de hormigas.

Poco después, cayó dentro del pozo, posiblemente debido a los gases tóxicos generados por los químicos.

Ricardo Ventura K., «Don Rich», descendió de inmediato al escuchar los gritos de su padre. Ambos quedaron atrapados y fallecieron en minutos por la inhalación de los gases.

Elementos de la Policía Municipal de Kinchil y bomberos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) llegaron al lugar. Un agente intentó descender, pero tuvo que ser retirado por sus compañeros al verse afectado por los gases.

Los bomberos recuperaron los cuerpos, pero ya no presentaban signos vitales. Personal del Servicio Médico Forense (SEMEFO) realizó el levantamiento de los cadáveres. Agentes de la fiscalía general del Estado y la Policía Estatal de Investigación (PEI) aseguraron la zona para las investigaciones.

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Las hormigas tienen un significado especial en la cultura maya. Representan trabajo y perseverancia, pero también aparecen en relatos sobre el inframundo. La tragedia de Kinchil se vincula con estas creencias, pues el intento de erradicarlas con químicos terminó en un fatal accidente.

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