En el marco de explorar los aportes individuales de la chaya y la moringa, es fundamental destacar cómo la combinación de ambas plantas puede potenciar sus efectos beneficiosos para la salud.

Chaya: Un Tesoro Nutricional y Terapéutico

La chaya, reconocida por su potencial hipoglucemiante, se erige como una aliada en el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2 al reducir los niveles de glucosa en sangre. Abundante en nutrientes y fibra, superando a vegetales como espinacas o acelgas, la chaya destaca por su facilidad de obtención, creciendo de forma silvestre en entornos cálidos y húmedos con buen drenaje y luminosidad.

Conocida como la «espinaca maya,» la chaya, consumida históricamente en diversos platillos, posee propiedades desintoxicantes, alivia el estreñimiento y mejora las funciones renales. Su alto contenido de hierro contribuye a combatir y prevenir la anemia, mientras que sus propiedades antioxidantes ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro y tienen un impacto antiinflamatorio. En la cocina yucateca, la chaya no solo aporta sabor, sino que también beneficia la salud al reducir los niveles de triglicéridos y colesterol en la sangre.

Moringa: Un Impulso Integral para la Salud

Por su parte, la moringa se revela como una aliada clave en el control de la glucosa y las grasas en sangre. Con propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas, anticancerígenas y protectoras hepáticas, la moringa no solo ofrece beneficios metabólicos sino también propiedades reparadoras al hígado. Su potencial en la prevención del cáncer se atribuye a sus extractos que contienen propiedades inhibidoras del desarrollo de células cancerosas, incluida la niazimicina, un compuesto supresor del crecimiento celular canceroso.

En conjunto, la combinación de chaya y moringa se presenta como una sinergia de beneficios para la salud, abordando desde la regulación de la glucosa y el colesterol hasta la protección hepática y la prevención del envejecimiento prematuro. Su inclusión en la dieta no solo resalta la riqueza gastronómica, sino que también contribuye a promover un bienestar integral.

Por: Víctor Hugo Lizama Morales

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